Tico era un risueño monito simpático, travieso y ruidoso. Le encantaba jugar con sus amigos, correr por las calles, subirse en los columpios y hacer castillos en los areneros.
La mejor amiga de Tico se llamaba Lila, era una estrella dulce y cariñosa que disfrutaba con las cosas sencillas. Juntos, Tico y Lila, vivían grandes aventuras inventando cuentos o escondiendo tesoros en el patio del colegio.
Una fría mañana de Febrero, Lila muy ilusionada, le hizo a Tico un regalo muy especial.
En esos días, muy cerca de casa, habían montado un circo, con fieros leones, simpáticos elefantes, ágiles trapecistas y divertidos payasos. Lila estaba encantada de ir con su amigo a disfrutar del espectáculo.
- Seguro que a Tico le gustará muchísimo – chillaba Lila entusiasmada con la experiencia.
Lila casi no podía esperar a llegar al colegio para darle a su amigo la gran sorpresa pero, cuando nerviosa le contó a Tico su plan, el monito empezó a llorar desconsolado.
Lila no sabía como calmar a Tico, no tenía ni idea de qué le pasaba y por qué lloraba de esa manera.
Cuando, Tico, por fin, se relajó dijo:
- No quiero ir al circo, me dan miedo los payasos.
- ¿Los payasos? - dijo Lila sorprendida - ¿Por qué te dan miedo los payasos? Son divertidos y simpáticos.
Lila no lo podía entender y Tico no lo sabía explicar.
El monito sólo sabía que le asustaba, que cuando los veía con sus grandes narices rojas, sus caras pintadas y sus enormes zapatos, sentía miedo y quería irse con su mamá.
Cuando Tico y Lila entraron aquel día en la clase estaban tristes, muy tristes.
En la asamblea que hacían todos los días al entrar, los dos contaron lo que les pasaba y entonces su seño les dijo:
- El miedo es algo normal. Todos tenemos miedo de algo o de alguien. No es malo sentirse así. Decidme ¿quién tiene algún miedo?
- A la oscuridad.
- A los monstruos.
- A los dragones.
- A los perros.
- Cuando no encuentro a mi mamá en el parque.
- Eso es – asintió la seño - Todos tenemos miedo alguna vez, yo también. Pero ¿Sabéis que es lo realmente importante cuando se tiene miedo?
- No seño, no lo sabemos - dijeron todos a la vez.
- Hay que saber distinguir si es un miedo imaginario o es de verdad - dijo la seño - Por ejemplo, los fantasmas no existen, sólo están en nuestra imaginación entonces ese miedo es imaginario. O por ejemplo, si le hacemos daño a un perro puede mordernos, ese miedo es real y, por eso, hay que ser prudente y cuidadoso con los animales.
Tico se quedó pensativo, no estaba seguro si su miedo a los payasos era a algo imaginario o a algo real. Los payasos existían, no eran inventados, pero... no parecían peligrosos.
Su seño miró a Tico y sonriéndole con ternura le dijo:
- Tico, a veces los miedos no tienen un motivo claro, y lo mejor entonces es enfrentarse a ellos. Es decir, acompañado de tus papás, te acercas a un payaso y así sabrás si realmente te asustan.
Tico pensó que su seño tenía razón. Su amiga Lila tenía mucha ilusión de ir juntos al circo y él tenía que mirar de cerca a esos payasos que tanto le asustaban para saber qué tipo de miedo era.
Por fin, Tico y Lila fueron al circo. Los dos disfrutaron muchísimo del espectáculo, de los animales, de los trapecistas, de los malabaristas... y de los payasos.
Unos días después, cuando en su cole se celebraba el carnaval, Tico decidió disfrazarse de payaso, porque ahora sabía que su miedo era imaginario.
Cuento perteneciente a Cuentos de animales con valores - Volumen 4
Y si quieres jugar un poco con Tico y las matemáticas, aquí tienes este vídeo.
Demasiado hermoso.
ResponderEliminarDemasiado hermoso.
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